El gremio de los moteles anunció que no ha logrado superar el golpe de la pandemia y, según los líderes de este sector, la actual desaceleración económica tiene estos establecimientos al borde de la crisis. Durante la emergencia sanitaria, estos lugares cerraron y dejaron de operar por meses y, a pesar de sus intentos, no se han recuperado al 100 %.
Aunque la principal razón de la crisis sería la pandemia, hay otros factores que podrían influir en que los colombianos no frecuenten como antes los moteles. Por ejemplo, la creciente oferta de ‘glamping’ en el país se ha convertido de alguna forma en competencia para estos establecimientos.
Según Sonia Pérez, gerente de Ihhotelcol, las personas ya no visitan tanto estos establecimientos por diferentes razones. “Las personas ya no quieren ir a un motel, algo está cambiando en la cultura (...) han cambiado los pensamientos, las personas son más abiertas acerca de las relaciones sexuales con las parejas. Aquellas con ciertos recursos ya tienen apartamentos, no necesitan ir a un motel”, mencionó.
A este panorama hay que sumarle una práctica sexual que estaría en furor: el ‘cruising’, que consiste en tener relaciones sexuales en lugares públicos, como playas, parques, baños públicos y parqueaderos. Según el portal Men’s Health, el ‘cruising’ tuvo sus orígenes en la comunidad LGTBI y se define como una práctica “anónima, directa y habitualmente privada”.
Con frecuencia, esta práctica es común entre personas que buscan sexo casual sin involucrar un vínculo sentimental. El auge de las plataformas y aplicaciones en línea también ha influido en el crecimiento de este fenómeno, pues estas herramientas permiten a muchas personas conectarse con otras y coordinar encuentros sexuales casuales.
En este sentido, luego de la emergencia sanitaria y el regreso a la presencialidad, la incidencia de las prácticas sexuales en lugares públicos habría aumentado. Sin embargo, esto podría tener consecuencias legales para los ciudadanos.
En Colombia no hay un delito que sancione a alguien por hacer esos actos en público, pero sí existen unas sanciones administrativas previstas en el Código de Policía. El numeral 2 del artículo 33 indica que “realizar actos sexuales o de exhibicionismo que generen molestia a la comunidad” es un comportamiento que afecta la tranquilidad y relaciones respetuosas de las personas.
Incumplir esta norma trae consigo la imposición de una multa general tipo 3, que equivale a 16 salarios mínimos diarios legales vigentes. Teniendo en cuenta que este año el salario diario equivale a 38.667 pesos, la multa sería de 618.672 pesos.
Septiembre, clave para la recuperación de los moteles
Los moteles se la han ingeniado con diferentes estrategias para ponerle fin a la crisis económica. Sin embargo, con el paso del tiempo, no han visto resultados positivos, por lo que el gremio, incluso, pide ayuda al Gobierno nacional.
A finales de agosto, el gremio de moteles publicó un comunicado sobre su compromiso para mejorar la economía y generar empleo. De hecho, los moteles generan más de 10.000 empleos directos, que benefician especialmente a madres cabeza de familia.
“Somos generadores de impuestos alcanzando más de 2 billones de pesos en contribuciones para este país que van para la salud, educación, vías y bienestar. Somos legales, lo único que pedimos es trabajar honestamente y darle trabajo a muchas personas que lo necesitan”, dijo Alexander Alvarado, presidente de la agremiación que reúne a los propietarios de estos establecimientos, Inhotelcol.
En el comunicado, el gremio aseguró que los moteles representan el impulso para que el comercio formal e informal, así como las pequeñas industrias y economías, se muevan en fechas especiales como la celebración de Amor y Amistad.
Por ende, se espera que septiembre sea un mes clave en la recuperación del gremio. Cabe anotar que, con la intención de alcanzar dicho objetivo, estos establecimientos planean diferentes estrategias digitales y promociones, para incentivar las visitas a estos lugares.
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