Según el matemático francés Blaise Pascal, “el amor no tiene edad; siempre está naciendo”. Por su parte, Jeanne Moreau, sostenía que, “la edad no protege del amor, pero el amor protege de la edad”. Edad, clase social, raza, siempre han sido obstáculos para el amor.
Sin embargo, ahora se reconoce que el amor verdadero no hace caso de razas, clases sociales ni de edad. A pesar de ello, eso no quiere decir que esta última no suponga ninguna dificultad en las parejas para tener una relación duradera.
En las parejas con una diferencia de edad muy amplia, la separación por la muerte de uno de ellos, lo que puede llenar de melancolía al otro e incluso provocarle la muerte, lo que se le llama “pena moral”. Según los gerontólogos Rebeca Lutz, Michael Caserta y Dale Lund, “la viudedad es uno de los eventos más angustiosos de la vida, lo que resulta en una disminución de la salud mental y física”.
De igual manera, la muerte es una circunstancia a la que todos los humanos se enfrentarán en su momento, y no solo las parejas con diferencia de edad sufren la viudez, de hecho, puede suceder aún en la juventud.
En el artículo ‘Duelo, síntomas depresivos e inflamación en los cónyuges en duelo’ publicado en la revista Psiconeuroendocrinología se menciona que, “en los primeros meses después de la pérdida de un cónyuge, quienes enviudan corren el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares y mortalidad prematura. En la población general, la depresión se caracteriza por inflamación crónica de bajo grado, un predictor clave de problemas cardiovasculares, morbilidad y mortalidad”.
La diferencia de edad ideal
Un estudio de la Universidad de Emory de Atlanta, en Estados Unidos, dio como resultado que, “cuanto menor es la diferencia de edad entre una pareja, mayor es la probabilidad de sobrevivir en el tiempo”.
Además, apunta que la diferencia de 1 año es la ideal, ya que el estudio demostró que el porcentaje de rupturas entre parejas que se llevan 5 años es de un 18 %. Esta cifra aumenta a un 39 % cuando las parejas se llevan 10 años y en una diferencia de 20 años, las cifras subían vertiginosamente hasta un 95 %.
Aunque está claro que no se debe generalizar, los datos reflejan una realidad, ya que las parejas que sólo se llevan un año de edad tienen un riesgo de un 3% de acabar divorciándose, según el análisis de la universidad.
Los profesores encargados del estudio, Andrew Francis, Hugo Mialon y Randal Olsen afirman que luego de realizar el estudio con tres mil estadounidenses que en algún momento habían estado casados, las parejas que más divorcios produjeron fueron las que tenían una mayor diferencia de edad.
A pesar de ello, esto no significa que tener una pareja mayor o menos por muchos años sea sinónimo de fracaso. Este punto queda claro con el dato de que las parejas que se llevan 5 años tienen, según el estudio, una probabilidad de divorcio del 18 % o, incluso, superior.
Otro dato interesante del estudio es que, “si una pareja es capaz de estar juntos 2 años, las probabilidades de divorciarse disminuyen un 43 %; si el matrimonio llega a 10 años disminuyen sus probabilidades de divorcio hasta en un 94 %”, afirman los investigadores.
En sus conclusiones, el estudio deja claro que en el éxito o en el fracaso de una pareja, además de la diferencia de edad, tiene muchos factores que influyen en que una relación perdure o se fracture. Esto depende de cada pareja en particular y no se puede garantizar que la edad de los miembros de una relación haga que esta dure más o menos tiempo.
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