El temblor particular que se sintió en Ibagué el 19 de mayo de 1968 no tuvo más epicentro que la hazaña del ciclista tolimense Pedro José Sánchez Puentes en una llegada triunfal al parque Manuel Murillo Toro para sellar la victoria de la 18ª Vuelta a Colombia. Tal movimiento, que se propagó en todo el país, aún es motivo de orgullo para cualquier generación.
Es así como para este domingo 28 de mayo, 55 años después de ese memorable triunfo, varias instituciones, entre ellas la Universidad de Ibagué, Tolima Stereo y El Nuevo Día, articulan esfuerzos en Valores Pijao 2023, un merecido homenaje al destacado corredor a manera de prolongada réplica de este ‘sismo’.
Mencionar la palabra temblor ante tal acontecimiento no es gratuito. Como lo refleja Antonio Melo Salazar, en su crónica en el volumen 7 de la serie Tolimenses que dejan huella, de Ediciones Unibagué, este se cataloga como uno de los tres eventos míticos con nombre de héroe o heroína en la historia del departamento.
En su llegada a Ibagué, Pedro J. aumentó a 8 minutos y 12 segundos la diferencia a favor en la clasificación general.
Un tolimense que deja huella
Pedro José (nacido en 1940) trabajó en Marconi (lo que años después se conociera como Telecom), empresa de la que se pensionó, y desafió los preconceptos familiares, según los cuales el ciclismo no estaba dentro de las actividades ideales para desempeñar, pero, contra todo, allí triunfó.
Su vida, sus jornadas de gloria, el paseo triunfal en Bogotá, al término de la carrera, y el camino internacional que se abrió a su paso aparecen contadas en una juiciosa línea de tiempo, a partir del ejemplo que este chaparraluno sigue y debiera seguir inspirando para sus paisanos tolimenses.
“Nunca antes y, sin duda, nunca después, hubo tanta gente y tan feliz en las calles de la capital del Tolima y casi se puede asegurar que el grito de victoria de los tolimenses en el departamento y entre los miembros de la diáspora, que escuchaban la narración por la radio, se percibió en todos los rincones”, se lee.
No es extraño verlo aún en su “caballito de acero”, según lo expone Melo Salazar: tampoco será extraño cuando, en el final del denominado “desfile de la victoria”, el protagonista de esta historia, ‘El León del Tolima’, rememore la llegada de 1968 y haga de nuevo agitar el orgullo ‘vinotinto y oro’.
El desfile de la victoria partirá a las 9:00 de la mañana, de la calle 42 con avenida Quinta, con el recorrido de la ciclovía.
En su trayectoria internacional, cabe destacar competencias como los Juegos Olímpicos de Tokio y México; los Centroamericanos de Puerto Rico (en los que fue campeón) y competencias en Brasil, Guatemala y Miami.
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