
Para muchos dueños de mascotas, la rutina diaria de salir de casa implica enfrentarse a una situación emocionalmente desafiante.
Los perros, como animales sociales que son, normalmente desarrollan fuertes vínculos con sus dueños, lo que puede hacer que se sientan angustiados o ansiosos al quedar solos.
En muchos casos, la ansiedad por separación se manifiesta de diversas formas, como ladridos excesivos, destrucción de objetos, o incluso problemas de salud. Es por ello que se necesita hacer toda una rutina de despedida para evitar que su perro tenga problemas de estrés.
¿Cómo hacer para que un perro no llore al quedarse solo?
Una de las preocupaciones más comunes de los propietarios de perros es evitar que sus animales lloren o se alteren al quedarse solos en casa. Ellos, especialmente aquellos que tienen una fuerte dependencia emocional de sus dueños, pueden experimentar ansiedad por separación.
Este tipo de ansiedad se puede reconocer cuando el perro se pone nervioso al notar que su dueño se va, llorando, ladrando, o incluso mostrando comportamientos destructivos. Para minimizar esta reacción, existen varias estrategias que los dueños pueden poner en práctica.
Establecer una rutina constante
Los perros son animales de costumbres, por lo que tener horarios y rituales consistentes antes de salir de casa ayuda a que él se sienta más seguro. Si su perro sabe que el proceso de despedirse y quedarse solo es parte de una rutina establecida, es menos probable que se sienta ansioso.
Esto incluye hacer siempre las mismas acciones antes de salir, como ponerle la correa, coger las llaves o colocar una prenda que normalmente use al salir. Con el tiempo, el perro se familiariza con estos gestos y los asocia con su salida, comprendiendo que no es una situación de peligro.
Evitar despedidas emotivas o excesivas
Cuando un dueño se despide de su perro con muestras de tristeza o de mucha emoción, el animal puede percibirlo como un evento de gran importancia, lo que genera un aumento de la ansiedad. La recomendación es despedirse de manera calmada, sin mucho alboroto ni caricias excesivas. Un simple “adiós” y seguir con la rutina normal permite que el perro tome su salida con más tranquilidad.
Proveer entretenimiento
Dejar a un perro solo durante varias horas resulta aburrido y estresante para él, por lo que es fundamental ofrecerle actividades que lo mantengan distraído.
Juguetes interactivos, puzzles o incluso algo de comida que pueda disfrutar lentamente, como un juguete dispensador de golosinas, hace que el perro se enfoque en estos estímulos y se olvide del vacío emocional que siente por la ausencia de su dueño.
Entrenamiento progresivo
El entrenamiento es una herramienta muy efectiva para enseñar a los perros a quedarse solos de manera más tranquila. Se recomienda empezar con períodos cortos de ausencia y gradualmente aumentarlos conforme el perro se acostumbra a la idea.
Durante estos períodos de práctica, es importante que el dueño no se despida de manera dramática ni regrese con efusividad al hogar, ya que esto refuerza la ansiedad del animal. El objetivo es que el perro asocie la salida con algo que no le cause preocupación.
¿Se puede dejar solo a un cachorro de 2 meses?
La pregunta sobre si es adecuado dejar solo a un cachorro de dos meses es muy relevante, pues a esta edad ellos son muy dependientes de su madre y de la presencia de sus cuidadores.
En general, no se recomienda dejar a un cachorro tan joven solo durante largos períodos, ya que su capacidad de autoconsuelo es limitada y podría sentirse muy vulnerable sin la compañía constante de alguien. A los dos meses, un cachorro está en una fase de socialización clave y aún está desarrollando su capacidad para controlar sus emociones, por lo que una separación prolongada podría generar estrés y ansiedad.
Sin embargo, si es necesario dejar al cachorro solo, se deben tomar algunas precauciones para garantizar su bienestar:
Proveer un espacio seguro
Asegúrese de que el cachorro esté en un área segura donde no pueda acceder a objetos peligrosos o destructivos. Puede usar una jaula o un área delimitada, en la que se sienta protegido y cómodo. Colocar una cama o una manta que huela a su dueño también proporciona consuelo durante su breve período de soledad.
Comenzar con períodos cortos
Es recomendable dejar al cachorro solo durante breves lapsos de tiempo, como 10 o 15 minutos, para que se acostumbre gradualmente a la idea de la ausencia. A medida que él se va sintiendo más seguro, estos períodos pueden incrementarse progresivamente, pero siempre de manera controlada.
Evitar regañarlo al regresar
Cuando regrese a casa, evite regañarlo por cualquier comportamiento que haya tenido durante su ausencia. En lugar de ello, salúdelo de manera calmada y natural. Regañarlo puede confundirlo y aumentar su ansiedad.
Enriquecer su entorno
Deje juguetes adecuados y seguros para que el cachorro pueda morder o interactuar. Esto lo mantendrá ocupado y le ayudará a que se sienta más seguro y menos solo durante su tiempo sin compañía.
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