Trabajar implica estar sometidos constantemente a la presión y el estrés constante. Por tal razón, la mejor herramienta para hacerle frente a las complicaciones diarias es mantener la calma y reforzar nuestra inteligencia emocional.
¿Cómo lograrlo? Kandi Wiens, directora del programa de Maestría en Educación Médica de la Universidad de Pensilvania, es especialista en esta temática y por eso, delineó algunos puntos importantes a tener en cuenta en su libro 'Burnout Immunity'.
En el mismo cuenta los resultados de una investigación hecha con trabajadores que estuvieron sometidos a un alto nivel de demanda en la época de la pandemia del Covid-19. Enfermas, médicos y policías fueron solo algunos de las profesiones que fueron sometidos a este relevamiento.
¿Cómo prosperar laboralmente en un entorno hostil?
Si bien no es una tarea sencilla, ya que el estrés crónico puede hacernos daños, no es imposible. Para esto deben incorporarse cuatro puntos que, poco a poco, pueden ser parte de nuestra rutina y aliviarnos en los conflictos diarios. Para poder gestionar de una forma más óptima las emociones, se debe tener en cuenta:
Autoconciencia: percibir y detectar cuáles son los estímulos o momentos que desencadenan el estrés. Una vez que percibimos ese sentimiento, nos será mucho más fácil estar preparados para lo que viene después.
Autorregulación: cuando tengamos pensamientos y emociones negativas, lo principal es dejar que surjan, reconocerlas y luego pensar cómo se pueden procesar mejor y cuáles son las soluciones más rápidas que nos podemos dar.
Automotivación: transmutar los sentimientos, buscar qué nos hace felices y así reunir la motivación necesaria para enfocarnos y sacar adelante la tarea que nos encomendaron.
Hacerle frente al estrés
Para disminuir el enojo, la tristeza, la furia o la emoción que nos haya provocado un detonante emocional, hay ciertos ejercicios que nos pueden ayudar a sentirnos mejor. Wins recomienda hacer un suspiro fisiológico, que consta de los siguientes pasos.
1. Inhalar profundamente por la nariz durante cinco segundos y mantener la respiración.
2. Volver a inhalar por un segundo y mantener la respiración durante tres segundos.
3. Suspirar y exhalar por seis segundos de forma lenta.
4. Repetir el ciclo tres veces.
También hay otras técnicas más sencillas como caminar al aire libre, tomar un pequeño descanso o incluso, dejando que las emociones salgan, ya que de esa manera se liberan oxitocinas y endorfinas. Cualquier recurso es el adecuado cuando se trata de reconocer nuestros sentimientos y darles espacio.
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